Piometra
La piómetra es una enfermedad infecciosa producida por bacterias y se caracteriza por la presencia de pus dentro de la cavidad del útero o matriz. Puede afectar a perras y gatas de cualquier edad. Generalmente aparece después del celo cuando los niveles de progesterona están más altos.
El animal está decaído, tiene secreciones de pus por la vagina (a veces no),
toma mucha agua, apetito disminuido. Es una infección severa por lo que puede
producir una Insuficiencia renal, alteraciones hepáticas, peritonitis, etc. por
las toxinas que se encuentran en el torrente sanguíneo, e incluso la muerte del
animal.
En general la infección es tan grave que no se alcanza a expulsar la totalidad del pus del útero y no queda otra alternativa que recurrir a la cirugía y "vaciar" al animal; y aquí la recuperación es completa debido a que se extirpa todo y con eso la infección desaparece con lo extraído. El tratamiento con medicamentos está indicado cuando el animal se lo quiere conservar para reproducción, cuando el estado sanitario no es el adecuado para resistir una operación y también por razones económicas ya que la cirugía es más costosa.
Intoducción
Durante el celo, las bacterias (la más frecuente es Escherichia coli) que se
encuentran en la vagina pueden ascender hasta el útero donde encuentran un
ambiente muy favorable para su multiplicación.
Las perras adultas o viejas tienen celos irregulares que predisponen a estos
problemas, ya que tienen celo durante toda la vida.
Signos Clínicos
Los síntomas aparecen a las 3-6 semanas después del celo. Son muy variables,
pero los más frecuentes son: apatía, anorexia (dejar de comer), fiebre (en un
20% de los casos), vómitos, polidipsia, poliuria y deshidratación.
A veces, cuando la piómetra es "abierta" se observa una descarga de secreción
purulenta por la vagina.
Algunas perras llegan en estado de shock debido a las complicaciones graves
secundarias a la piómetra como: septicemia (bacterias en la sangre), endotoxemia
(toxinas en la sangre), peritonitis o insuficiencia renal.
Tratamiento
Pronóstico
Si se opera de forma rápida las posibilidades de éxito son muy altas, sin
embargo, si existen algunas de las complicaciones antes mencionadas las perras
pueden morir durante la cirugía o días después de ésta. Si no se tratan
adecuadamente las perras morirán debido a la gravedad de esta infección.
El tratamiento quirúrgico consigue una curación definitiva.
La utilización de un tratamiento médico ha de ser valorado cautamente por el
veterinario y el propietario.