Quiero un cachorro, ?Que debo hacer?

PENSAR ANTES DE ADQUIRIR UN ANIMAL La iniciativa de adquirir un animal debe considerarse de una forma reflexiva y pausada, nunca debe ser como respuesta al capricho de un niño o de un adulto. Tampoco las ganas de exhibir un animal increíble ante el resto de la gente, la ambición de obtener premios en exposiciones o el sentimiento de que un animal puede sustituir la carencia de relaciones afectivas deben ser deben ser el origen del deseo de poseer un animal, ya que nunca debemos convertir un ser vivo en un animal-objeto para solucionar nuestros propios problemas. La peor situación es aquella en que el animal es una solución simple para acallar los deseos de los mas pequeños de la familia, se convertirá así en un juguete mas, que en el momento en que aparezca una mínima contrariedad, tendrá todas las opciones de terminar su vida en un refugio de animales, o en el peor de los casos, bajo las ruedas de un coche en cualquiera de las múltiples carreteras que nos rodean. En el momento de la decisión no solo debemos pensar en la gratificante imagen del animal en su periodo de crecimiento, mientras es cachorro, sino que también tenemos que plantearnos los sacrificios y preocupaciones que ese mismo animal nos puede acarrear, tanto en la época de cachorro como en su madurez. Hay que tener en cuenta que si la adquisición del animal es un acto basado en la irresponsabilidad, inconsciencia o precipitación, fácilmente ese animal corre el riesgo de estar mal cuidado o incluso llegar a ser abandonado por sus dueños. Un propietario ideal es aquel que es consciente de que el animal comprado o recogido que introduce en su hogar, es un ser vivo que debería ser querido y que compartirá con el toda su vida. Aquel que se da cuenta de que el animal tiene unas necesidades propias que deberán ser satisfechas en todo lo posible. Que es un ser vivo y que como tal, tiene el riesgo de contraer todo tipo de enfermedades y que se tiene la obligación de cuidarlo y educarlo correctamente, que tiene sentimientos como nosotros y que pueden también ser heridos.   El mantenimiento de un animal en el hogar siempre representara un coste económico, tanto en el dinero invertido en su manutención, como en los gastos de atención veterinaria, peluquería, gastos legales como impuestos o de seguros, y como no, las reparaciones de los posibles y mas que probables destrozos ocasionados, principalmente cuando es cachorro. Siempre, en el momento de plantearse la adquisición de un animal, el futuro propietario tiene unas preferencias previas respecto al tipo de animal, tamaño, aspecto externo, etc...... A pesar de esto, debemos ser conscientes tanto del entorno en el que vivirá el animal, así como la función principal que va a tener en la familia, por ejemplo, una raza adaptada perfectamente a climas muy fríos, sufrirá con toda seguridad cuando se le traslade a climas de temperaturas mas calidas, al igual que un perro de tamaño grande, será el mas adecuado para defender nuestro hogar frente a los ladrones pero no será lo ideal si lo tenemos encerrado en un piso. Lo mas importante es conocer de antemano las características especificas del animal que pensamos adquirir y contrastarlas con las condiciones de vida que podemos ofrecerle. Lo peor es fiarnos de aquella gente "sabelotodo", conocedora tanto de las características que debe tener nuestro futuro compañero, como de las comodidades que podemos ofrecerle. Lo mas indicado es consultar bibliografía especializada y mucho mejor aun, acudir a un veterinario para pedirle consejo, explicándole claramente nuestras intenciones y nuestro modo de vida, de forma que aquel sea capaz de darnos un consejo de experto sobre las razas que por sus características puedan acomodarse mejor a nuestra situación. Además es una forma de conocer a quien se ocupara en el futuro de la vertiente sanitaria de nuestro animal, permitiéndonos depositar en el nuestra total confianza. Uno de los factores mas importantes de un animal y que a corto o medio plazo es la causa de la mayoría de los problemas que nos pueda causar nuestro compañero, es el carácter natural de la raza a escoger. Hay determinadas razas que tienen un carácter muy competitivo en cuanto a lo que a jerarquía se refiere. Los temidos y mal conocidos Dobermann o Rottweiler son un ejemplo de ello. Son unas razas altamente competitivas y con un carácter fuerte, pero no por ello son  razas tan peligrosas como se cuenta, el verdadero problema se encuentra en la ineptitud del propietario para educarlos correctamente. Si a un perro de estas características se le da una correcta y equilibrada educación, no presenta mayor problema que el peligro de ser arrollados por sus demostraciones de cariño. Hay muchísima gente poseedora de estas razas, que nos podrían demostrar cada día lo fiel compañero y lo amante de sus dueños que son, incluso con los mas pequeños de la familia a los cuales les llegan a profesar autentica adoración. Otro problema muy frecuente es que un cachorro de cualquier raza se puede colocar fácilmente en cualquier espacio y mantener su alimentación con mayor o menor inversión de dinero. La dificultad aparece cuando aquel pequeño y precioso cachorro empieza a aumentar de tamaño y fuerza, aumentando proporcionalmente los gastos y, en ocasiones, los problemas de espacio en una vivienda media actual, ?que pasara cuando el animal en su madurez sea mayor que alguno de sus dueños?. también se debe tener en cuenta que en función del tamaño y carácter de animal, así como de las características típicas de la raza, las necesidades del entorno físico varían enormemente. Mientras que en razas de pequeño tamaño es posible que una vivienda media les solucione en gran medida el problema, otras razas pueden necesitar un espacio vital mucho mayor y también un mayor grado de ejercicio físico.   La adquisición de un animal puede realizarse en multitud de sitios y ocasiones distintas. Desde los criadores especializados, animales procedentes de particulares de una raza determinada o de "raza Universal" (aquellos que poseen un poco de cada raza, :-)), hasta llegar a esos pobres animales que han sido recogidos en refugios municipales o en sociedades protectoras, ya sea por extravió, abandonados por sus dueños o nacidos de un embarazo no deseado. Tengan el origen que tengan, el futuro dueño debe ser consciente que este detalle no tiene que influir para nada en la manera de tratar al animal, haya sido adquirido este por cesión o tras el pago de un alto precio, ya que el animal nos ofrecerá siempre todo su cariño sin ningún tipo de condiciones. quizás la exposición ha tenido un tinte un poco sombrío, pero el hecho de adquirir un animal conlleva mucha responsabilidad, un hecho de gran importancia del que muchos propietarios de animales no fueron conscientes en el momento de dar el paso de integrar un animal domestico en la familia.